miércoles, 10 de noviembre de 2010

El rol del químico farmacéutico como actor en el sistema de salud pública y su relación con otros profesionales de la salud


Antiguamente, el Químico Farmacéutico (QF) era un profesional considerado intachable, amigo del pueblo, accesible a la población, que se encargaba por un lado de asesorar a las personas respecto a sus malestares, así como también aconsejarles respecto a temas de salud, era un confidente de la gente, dado que estas personas debían tener confianza con el químico farmacéutico para poder acudir a su asesoría y de esa manera obtener su consejo, y principalmente, se encargaba de elaborar, preparar y expender las especialidades farmacéuticas, cuyo fin era la de ejercer un efecto terapéutico en el paciente, para que este se pudiera mejorar con la asesoría de su médico y su químico farmacéutico.

Según análisis y estudios expresados por el Dr. QF Hernán Vergara, el arte farmacéutico de preparar especialidades farmacéuticas, de a poco fue siendo sustituida por la producción industrial de dichos productos, lo cual era una consecuencia de la revolución industrial. Lo cual le restaba algo de valor a la labor del farmacéutico, pero siempre se podía contar con la asesoría del profesional, quien siempre iba a estar dando las indicaciones apropiadas respecto del uso de la preparación, y además, de los cuidados de la salud que las personas debían de mantener para asegurar su mejoría.

En este punto, la labor del químico farmacéutico era una relación muy a fin, e incluso intima con la labor del médico. Y esto era muy importante para poder lograr el tratamiento más adecuado para el paciente. Además, la garantía de la presencia del químico farmacéutico era crucial, dado que él era quien garantizaba de una u otra manera, la calidad del producto que se entregaba al paciente, así como su buen consejo permitía al paciente poder dar un buen uso de la preparación, en aquellos tiempos al químico farmacéutico se le apodaba muy honrosamente como “El Médico del Pueblo”.

A medida que pasaba el tiempo, los artes farmacéuticos en la industria fueron evolucionando, y generando productos mucho más específicos y de mejor calidad, así también, de duración mucho más extensa, lo que permitía que se pudiera almacenar por un mayor tiempo en los anaqueles para su posterior dispensación. En este proceso, claramente el químico farmacéutico comenzó a perder protagonismo en la elaboración de preparados farmacéuticos en su farmacia, dado que los productos industriales de a poco iban cubriendo las necesidades terapéuticas de las diferentes afecciones, que hasta ese tiempo, se trataban con las especialidades que preparaba el QF. Pero por otro lado, eso comenzó a su vez, a darle un mayor protagonismo al deber de “asesor” y “consejero” que tenía el QF con la sociedad, y sus conocimientos en la materia, permitían además poder asesorar tanto a pacientes como a médicos. La asesoría que el QF realiza a los médicos, va por el lado de indicarles el para que utilizar el medicamento, que medicamentos utilizar en las diferentes afecciones, y como el paciente debería administrarse el preparado, así como también, cuales serian las complicaciones que podría presentar un paciente al aplicar un tratamiento y no otro en una determinada terapia, y las complicaciones que se presentan o podrían presentar al aplicar en un tratamiento dos medicamentos determinados (a esto actualmente se le conoce como interacciones farmacológicas, y corresponde al efecto que produce un medicamento en el organismo cuando es consumido por el paciente en conjunto a otro medicamento determinado, la cual puede ser beneficiosa, negativa, o sencillamente no producir mayores complicaciones en el paciente o en el tratamiento). Claramente su asesoría al paciente sería la de explicarle como debe utilizar el medicamento o preparado, por cuanto tiempo debe mantener el tratamiento y porque debe mantenerlo, y además, insinuarle que es lo que podría suceder en caso de algún efecto no deseado producido por el medicamento.

Ese rol del farmacéutico de antaño, es un rol que aun hoy en día perdura. En la práctica, tenemos QFs en las universidades enseñándoles a los médicos en clases de farmacología, en las farmacias como garante de la calidad de los medicamentos y de la adecuada terapia para con los pacientes (dado que dos medicamentos pueden tener interacciones farmacológicas, y el QF tiene la obligación de informar esto a su médico), además de asesorar al paciente solucionando dudas de los pacientes respecto a su tratamiento, la aplicación de los medicamentos en cuestión, en fin, la labor del químico farmacéutico no ha variado mucho en el aspecto de sus funciones de antaño. Además de las labores mencionadas, el QF trabaja activamente en la industria en departamentos de control de calidad y desarrollo, asistiendo, supervisando y asesorando en la producción de los medicamentos. Participa en laboratorios de investigación, realizando estudios de los medicamentos, en donde pueden encontrarse datos que garanticen la seguridad, toxicidad, efectividad de los medicamentos, así como la equivalencia terapéutica de un medicamento y otro, lo que permitiría y faculta al farmacéutico a poder cambiar un medicamento por otro, dado que según los estudios ambos medicamentos tendrían una acción terapéutica completamente idéntica. Además, tienen por misión investigar y buscar nuevas sustancias que puedan ejercer una acción terapéutica con menores efectos dañinos para el paciente. En clínicas y hospitales, supervisar que los medicamentos en bodega se encuentren en optimas condiciones para su uso, asesorar y realizar un seguimiento terapéutico del paciente, en conjunto con los médicos, detectar posibles efectos secundarios de los medicamentos aplicados en los pacientes, asesorar a la opinión médica para garantizar que el tratamiento que se está llevando a cabo en un paciente determinado es el más adecuado, eficaz y optimo. Y un sinfín de labores más, que principalmente desempeñan papeles en conjunto con los médicos.

La importancia principal del químico farmacéutico radica en sus conocimientos ampliados y profundizados respecto a los fármacos y medicamentos, a las terapias que involucran medicamentos, a sus usos, su toxicidad, interacciones con otros medicamentos, efectos secundarios, limitaciones, dosis de administración (posología), elaboración, análisis, y en fin, todo lo que gire en relación a los medicamentos sus como, donde, de qué manera y porque, es labor y obligación del farmacéutico estar informado y asesorar a quien lo requiera de la mejor manera posible.

Dados los antecedentes que se han señalado a lo largo del artículo, la importancia del químico farmacéutico en la sociedad así como en el sistema de salud salta a la vista. La interacción de un QF con un médico, claramente puede potenciar una terapia, lo cual repercutiría en un tratamiento más adecuado y efectivo, adaptado al paciente, y con resultados óptimos en la mejoría del paciente. Lo cual destaca la importancia del trabajo en conjunto de médicos y químicos farmacéuticos.

No solamente los médicos utilizan medicamentos para dar terapia, también lo hacen profesionales como los obstetras, odontólogos, veterinarios, entre otros. Esto quiere decir que debe existir una relación muy limpia y directa entre estos profesionales y el químico farmacéutico, dado que el fin de todo profesional de salud, es la mejoría del paciente. Y en esto cada profesional de salud tiene su propia especialidad, donde claramente la especialidad del químico farmacéutico es el medicamento.

Por lo tanto, si usted lector, tiene dudas respecto a un medicamento o tratamiento determinado, no dude en consultar a su químico farmacéutico más cercano. Este profesional lo atenderá de la mejor manera posible tratando de aclarar todas las dudas e inquietudes que se le presenten.



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